sábado, 20 de noviembre de 2010

Adivina, adivinanza...



Soy ave muy grande,
con casa muy alta:
hago un ruido seco,
duermo en una pata.




Tiene famosa memoria,
gran tamaño y dura piel,
y la nariz más grandota
que en el mundo puede haber.




Mi picadura es dañina,
mi cuerpo, insignificante,
pero el néctar que yo doy
os lo coméis al instante.




De bello he de presumir,
soy blanco como la cal,
todos me saben abrir
nadie me sabe cerrar.





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